Factores abióticos en el ambiente

Introducción

Todos los factores químico-físicos del ambiente son llamados factores abióticos (de a, “sin”, y bio, “vida). Los factores abióticos más conspicuos son la precipitación (lluvia más nevadas) y temperatura; todos sabemos que estos factores varían grandemente de un lugar a otro, pero las variaciones pueden ser aún mucho más importantes de lo que normalmente reconocemos.

No es solamente un asunto de la precipitación total o la temperatura promedio. Por ejemplo, en algunas regiones la precipitación total promedio es de más o menos 100 cm por año que se distribuyen uniformemente por el año.

Esto crea un efecto ambiental muy diferente al que se encuentra en otra región donde cae la misma cantidad de precipitación pero solamente durante 6 meses por año, la estación de lluvias, dejando a la otra mitad del año como la estación seca.

Factores abióticos de mayor importancia

Los factores abióticos son los distintos componentes que determinan el espacio físico en el cual habitan los seres vivos; entre los más importantes podemos encontrar: el agua, la temperatura, la luz, el pH, el suelo, la humedad, el aire (sin el cual muchos seres vivos no podrían vivir) y los nutrientes. Específicamente, son los factores sin vida.

Los factores abióticos son los principales frenos del crecimiento de la población. Estos varían según el ecosistema de cada ser vivo, por ejemplo el factor biolimitante fundamental en el desierto es el agua, mientras que para los seres vivos de las zonas profundas del mar el freno es la luz.

El agua

Debido a su gran poder disolvente y a su capacidad de mantener rangos de temperatura adecuada, el agua proporciona un medio para el transporte y transformación de sustancias al interior de los seres vivos.

Sin el agua, las sustancias indispensables para la vida no podrían unirse. Ella permite la síntesis de compuestos complejos necesarios para la formación de tejidos. Sin el agua ningún proceso vital de intercambio con el medio, como el de la respiración y la digestión, podría realizarse.

Destacables son los hechos de que el cuerpo humano está constituido por el 65% de agua y los fluidos vitales como la savia, la sangre y la leche se componen principalmente de ella.

Luz solar

Lógicamente, ésta proviene del Sol y los vegetales la pueden captar en sus hojas. Las hojas poseen clorofila (pigmento verde), que permite fijar la luz solar y transformarla en compuestos orgánicos que serán aprovechados por ellos y todos los demás eslabones de las cadenas alimenticias, lo que permitirá la vida de diversos seres vivos que están entrelazados en el ecosistema.

Aire

El planeta está formado por tres capas: atmósfera, geósfera e hidrósfera.

Ellas son vitales para el desarrollo de los seres vivos sobre la Tierra y, además, le permiten al ser humano la realización de distintas actividades como la agricultura, la minería, la industria, etcétera.

La atmósfera corresponde a la capa gaseosa que envuelve a la tierra. También se le llama aire. Es transparente e impalpable. El aire puro, que se caracteriza por no tener sabor, olor ni color.

El aire proporciona las sustancias gaseosas necesarias para que se lleven a cabo procesos vitales de los seres vivos como la respiración y la fotosíntesis. Además es una fuente de oxígeno lo que posibilita la respiración en los seres vivos y la mantención de cualquier sustancia combustible.