Definición
Se entiende por distribución de los ingresos a la retribución de los distintos factores productivos. El empresario se constituye en el núcleo de la distribución, él es quien demanda servicios productivos ofreciendo a cambio dinero, que se llama ingreso. En economía el concepto ingreso puede hacer referencia a las cantidades que recibe una empresa por la venta de sus productos o servicios y por otra puede hacer referencia al conjunto de rentas recibidas por los ciudadanos.
Distribución funcional de los ingresos
La distribución funcional de los ingresos estudia la repartición de los ingresos entre los factores de la producción, como los servicios prestados en la obtención de ese ingreso.
La parte de ingreso correspondiente a los servicios prestados por la naturaleza y la tierra se llama renta; el capital se llama interés; y el trabajo propiamente dicho se llama salario. La actividad empresarial se llama beneficio.
Los ingresos pueden ser:
1) Contratados: generalmente son los salarios, renta e intereses que son contratados (antes). Los ingresos contratados aún antes de haberse vendido el producto.
2) Residuales: son ingresos residuales por ejemplo: el beneficio del empresario a posteriori. Es lo que queda del precio de venta.
El ingreso funcional no es más que el precio de los servicios prestados por los distintos factores de la producción.
Ingresos empresariales
Cuando el ingreso proviene de actividades productivas, se puede clasificar en varios tipos:
Ingreso marginal: Generado por el aumento de la producción en una unidad.
Ingreso medio: Ingreso que se obtiene, en promedio, por cada unidad de producto vendida; es decir, es el ingreso total dividido en el total de unidades vendidas.
Ingreso del producto marginal: Ingreso generado por la utilización de una unidad adicional de algún factor de producción (trabajo, capital), por ejemplo, la utilización de un trabajador más, etc.
En general, las personas, las familias, las empresas, etc., buscan aumentar sus ingresos o rentas. Si éstos se elevan, su consumo y su ahorro pueden aumentar, llevando, en muchos casos, a un mejor nivel de vida y de bienestar.
Los ingresos también pueden clasificarse en ordinarios y extraordinarios. Los ingresos ordinarios son aquellos que se obtienen de forma habitual y consuetudinaria; por ejemplo el salario de un trabajador que se ocupa en un trabajo estable, o las ventas de una empresa a un cliente que compra periódicamente o de forma habitual.
Los ingresos extraordinarios son aquellos que provienen de acontecimientos especiales; por ejemplo un negocio inesperado por parte de una persona o una emisión de bonos por parte de un gobierno.
Ingresos públicos
Los Estados también reciben ingresos, llamados ingresos públicos. El Estado, con el presupuesto público recibe ingresos por el cobro de impuestos, por la venta de bienes producidos por empresas públicas, por utilidades que generan éstas mismas, por ventas o alquileres de propiedades, por multas impuestas, por emisión de bonos u obtención de créditos, entre otros.
Cuando los ingresos provienen de impuestos se denominan ingresos tributarios, por el contrario, cuando provienen de fuentes distintas a los impuestos se denominan ingresos no tributarios. Con los ingresos, los gobiernos pueden realizar sus gastos, sus inversiones, etc.
Distribución personal de los ingresos
Trata de los ingresos totales de cada individuo. La fuente de ingreso de una persona puede provenir de su propia persona o de su patrimonio. Es decir que el ingreso puede ser: redistribución de servicios personales (que son el trabajo propiamente dicho y la actividad empresarial) o redistribución de servicios reales, que son los prestados por el patrimonio, como: naturaleza (forma originaria) o como capital (forma derivada).
El ingreso personal depende entonces de la magnitud del patrimonio y del precio de los servicios reales y personales.