Introducción
Los individuos crean la música mediante el uso de un vocabulario de elementos musicales tradicionales. En la composición el principal acto creativo en música se considera nuevo a algo producido mediante la combinación de elementos musicales que una sociedad reconoce como un sistema.
Música de la prehistoria
Para el hombre primitivo había dos señales que evidenciaban la separación entre vida y muerte: el movimiento y el sonido. Los ritos de vida y muerte se desarrollan en esta doble clave. En el llamado arte prehistórico danza y canto se funden como símbolos de la vida mientras que quietud y silencio se conforman como símbolos de la muerte.
El hombre primitivo encontraba música en la naturaleza y en su propia voz. También aprendió a valerse de rudimentarios objetos (huesos, cañas, troncos, conchas…) para producir sonidos.
Los primeros instrumentos fueron objetos, utensilios o el mismo cuerpo del hombre que podían producir sonidos. Estos instrumentos podemos clasificarlos en:
a) Autófonos: aquellos que producen sonidos por medio de la materia con la que están construidos, son instrumentos de percusión, hueso contra piedra por ejemplo.
b) Membranófonos: serie de instrumentos más sencillos que los construidos por el hombre. Tambores: hechos con una membrana tirante, sobre una nuez de coco, un recipiente cualquiera o una verdadera y auténtica caja de resonancia.
c) Cordófonos: de cuerda, el arpa.
d) Aerófonos: el sonido se origina en ellos por vibraciones de una columna de aire. Uno de los primeros instrumentos: la “flauta” en un principio construida con un hueso con agujeros.
Barroco
Estilo musical que se desarrolló en Europa aproximadamente entre los años 1600 y 1750. Si bien la música entre estas dos fechas tiene rasgos comunes, el comienzo de este periodo está marcado por unas innovaciones estilísticas y técnicas que permitieron la creación del nuevo género de la ópera. El final del periodo se caracteriza por la aparición de elementos del clasicismo en la música instrumental y en la ópera.
El término barroco se utilizó en un principio para definir un arte o un estilo con un sentido peyorativo. Hoy día este concepto está totalmente superado. Musicalmente se considera como uno de los periodos históricos más revolucionarios de la historia. Desde la perspectiva de la simetría y el equilibrio clásicos, la música del periodo fue considerada por algunos autores como demasiado exuberante y algo grotesca. (Resulta irónico que las obras del arquitecto italiano del siglo XVI Palladio, que se utilizaron como modelo intelectual de los ideales de claridad y proporción del periodo clásico, fueran producto del mismo movimiento humanista italiano sobre el que se sustentó la creación de la ópera). El desarrollo musical del barroco puede describirse en tres fases, barroco primitivo, medio y tardío, que coinciden, más o menos, con periodos de 50 años.
Música renacentista
Se desarrolló en Europa durante el periodo conocido como renacimiento, que en términos musicales se extiende, aproximadamente, desde el año 1430 hasta el 1600.
Es tema de debate en qué medida los nuevos estilos polifónicos de los siglos XV y XVI forman parte o no de un movimiento cultural más amplio de revitalización artística denominado renacimiento. Ello, a su vez, depende de cómo se defina el renacimiento y la cronología y geografía de este fenómeno cultural.
La cuestión geográfica es importante: el ímpetu del renacimiento musical provino en gran medida de los compositores del norte que estudiaban en Borgoña, en el norte de Francia y en Flandes. Aunque muchos (como es el caso de Dufay y Josquin) emigraron a Italia, sus obras respiran un aire diferente del estilo italiano. Y, si bien existen ciertos paralelismos entre el nuevo sentido de la profundidad y el control del espacio musical en la polifonía imitativa y en el desarrollo de la perspectiva en la pintura de la época, o entre la nueva expresividad de este estilo y los aspectos emocionales más humanos y directos de las artes del renacimiento, en general, la música no tiene lo que a menudo se ha considerado la característica definitoria del renacimiento, esto es, el retorno consciente a los modelos clásicos y su reinterpretación.
Rococó
Estilo artístico desarrollado en Europa durante buena parte del siglo XVIII, que coexistió con el barroco tardío y con los inicios del clasicismo. Sus orígenes se encuentran en el ambiente aristocrático y refinado de la Francia del regente duque de Orleans y en el posterior reinado de Luis XV, a finales del siglo XVII.
Deriva de la suntuosidad decorativa de la arquitectura del palacio de Versalles y en música se corresponde con el estilo galante. Floreció en Francia entre 1725 y 1775, y sus máximos representantes fueron en Francia François Couperin, Jean Philippe Rameau, Louis Claude Daquin, Johan Schobert, en Alemania Georg Philipp Telemann, Johann Matheson, Carl Philipp Emanuel Bach, en Austria Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart y en Italia con Domenico Scarlatti, Domenico Paradies, Domenico Cimarosa o Rutini, entre otros.
El clasicismo
Lenguaje musical desarrollado por Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven, que se caracteriza por un perfecto equilibrio entre forma y contenido musical.
El clasicismo como estilo universal
El término clásico se aplica a la música de Haydn y Mozart incluso desde los últimos años del siglo XVIII. Poco después de la muerte de Mozart en 1791, su primer biógrafo observó que sus óperas, conciertos, cuartetos y otras obras eran dignas de alabanza dado que podían escucharse una y otra vez sin que llegaran a cansar. Incluso antes de 1800 se reconocía ya que las obras de Mozart serían objeto de un estudio continuado, por analogía con las obras maestras del arte griego y romano. Durante el clasicismo, el objetivo era alcanzar la universalidad del lenguaje musical, tal como ya señaló el teórico Johann Joachim Quantz en 1752: ‘Una música que es aceptada y reconocida como buena no sólo por un país… sino por muchos pueblos… debe, dado que se basa tanto en la razón como en el sentimiento del sonido, ir más allá de toda discusión y ser considerada la mejor’. Si bien el estilo clásico trascendió de forma efectiva los límites nacionales, sus más célebres exponentes estaban asociados al nombre de la ciudad de Viena.
Los autores contemporáneos han recalcado que esta música debería agradar a todo oyente sensible y estar libre de cualquier tipo de complicación técnica innecesaria. Pero, por su poder de conmover y estimular, debería llegar más allá del mero entretenimiento. Esta música es el reflejo de la emergencia de la clase media a una posición de influencia durante el Siglo de las Luces.
El nacionalismo y sus orígenes
Es el movimiento musical que surgió en la segunda mitad del siglo XIX con objeto de reafirmar los valores esenciales de cada raza o nación a través de su música popular o de su folclore. Es una reacción a la agobiante presión del romanticismo germano y de la ópera italiana, que invadían y condicionaban la música europea del momento.
El nacionalismo tiene su origen en el romanticismo. La libertad que durante tanto tiempo proclamó este movimiento tuvo como resultado el hecho de que las naciones desearan elegir libremente su propio destino (lo que se dio a conocer como la primavera de los pueblos), y que los artistas buscaran nuevas estéticas que se ajustaran más a sus propios sentimientos y cultura.
Acontecimientos históricos como la invasión napoleónica, contribuyeron a enardecer los ánimos, despertando sentimientos de unidad y de firme voluntad de diferenciarse de sus vecinos. Así mismo, surgió el deseo de unión en diferentes grupos y pueblos para defenderse de la ‘dominación’ extranjera.
Ciertos acontecimientos políticos e históricos como la declaración de independencia de Estados Unidos; el congreso de Viena, que declaraba los derechos de cada nación a fijar sus fronteras; la separación de Grecia y Turquía y de Holanda y Bélgica o la unificación de Alemania y de Italia, condujeron al desarrollo de las ideas nacionalistas.
Sin embargo no fue fácil determinar las auténticas raíces de este movimiento. El auténtico nacionalismo tuvo un alcance internacional ya que partiendo de acentos populares logró trascender el color localista. Lo difícil, pues, fue conjugar lo nacional y lo universal.
Durante toda la primera mitad del siglo XIX, Francia y, sobre todo, Alemania e Italia, eran las que marcaban el gusto musical de la sociedad europea. Cuando los países empezaron a tomar conciencia de sus propios valores nacionales, trataron de liberarse de todo servilismo extranjero, especialmente del sinfonismo alemán y de la ópera italiana, en la búsqueda de nuevas expresiones musicales basadas en sus propios folclores, ritmos y danzas, a los que consideraban expresión peculiar de sus sentimientos nacionales.
Los primeros ejemplos de este movimiento los podemos encontrar en músicos como Frédéric Chopin con sus polonesas; Franz Liszt con sus rapsodias húngaras, donde se trasluce el espíritu germánico, y Giuseppe Verdi que enardecía con su música los ánimos italianos.
Pero lógicamente donde con más fuerza se hizo notar este movimiento fue en aquellos países que, como Rusia, España, Hungría o los países nórdicos, al estar tanto tiempo bajo la influencia germana e italiana, sintieron la necesidad de crear algo distinto, algo nacional, buscando las raíces de su propio pueblo.
Impresionismo
El Impresionismo musical es un movimiento musical surgido a finales del siglo XIX y principios del XX sobre todo en la música francesa, con la necesidad de los compositores de probar nuevas combinaciones de instrumentos para conseguir una mayor riqueza tímbrica. En el Impresionismo musical se da mucha importancia a los timbres, con los que se consiguen diferentes efectos.
También se caracteriza porque los tiempos no son lineales sino que se ejecutan en sucesión de impresiones. Se relaciona de esta manera con el Impresionismo pictórico, que conseguía las imágenes mediante pequeñas pinceladas de color. Dos de los principales compositores de este movimiento son Claude Debussy y Maurice Ravel.