Introducción
Rama de la biología dedicada al estudio de las plantas (reino Plantae) y al de algunas otras clases de organismos como los hongos (reino Fungi). En la actualidad, las plantas se definen como organismos pluricelulares capaces de realizar la fotosíntesis. Pero otros organismos tradicionalmente llamados plantas, como las algas y los hongos, siguen formando parte de la botánica, por la relación histórica que mantienen con esta disciplina.
La botánica estudia todos los aspectos de las plantas, desde las formas más pequeñas y simples hasta las más grandes y complejas; y desde las características de los individuos aislados hasta las complejas interacciones de los distintos miembros de una comunidad botánica con su medio ambiente y con los animales.
Evolución histórica
Como la civilización se apoya en parte en el conocimiento de las plantas y en su cultivo, puede decirse que la botánica surgió junto con la agricultura, que empezó a practicarse hacia los años 9000-7000 a.C. Pero el interés por las plantas propiamente dichas no se manifestó hasta hace unos 2.300 años.
En efecto, la botánica como ciencia pura dio sus primeros pasos en el siglo IV a.C., de la mano del filósofo griego Teofrasto, cuyos tratados sobre clasificación, morfología y reproducción de las plantas ejercieron sobre esta disciplina una influencia considerable hasta el siglo XVII. En realidad, la botánica moderna no empezó a desarrollarse hasta el siglo XVI, en parte gracias a la invención del microscopio (1590) y de la imprenta de tipos móviles (1440).
Los griegos creían que las plantas obtenían el alimento exclusivamente del suelo. Hubo que esperar hasta el siglo XVII para que el científico belga Jan Baptista van Helmont demostrara que un sauce cultivado en una maceta a la que sólo se añadía agua alcanzaba un peso de casi 75 kg, mientras que la tierra de la maceta perdía sólo unos 60 g de peso en cinco años. Esto demostraba que el suelo contribuye muy poco al aumento de peso de las plantas.
En el siglo XVIII, el químico inglés Joseph Priestley demostró que las plantas en crecimiento ‘restauran’ el aire privado de oxígeno (por la llama de las velas o la respiración de los animales); el fisiólogo holandés Jan Ingenhousz (1730-1799) amplió esta observación demostrando que hace falta luz para que las plantas restauren el aire. Estos y otros descubrimientos constituyen la base de la moderna fisiología vegetal, la rama de la botánica que estudia las funciones básicas de las plantas.
En las plantas, el agua se desplaza hacia arriba y los solutos hacia abajo a lo largo del tallo, como descubrieron de forma independiente durante el siglo XVII Marcello Malpighi en Italia y Nehemiah Grew en Inglaterra. Aunque estos hechos se conocen desde hace unos 300 años, sólo recientemente, y gracias a refinadas técnicas analíticas, se ha podido elaborar una teoría aceptable que explique el movimiento de los fluidos en las plantas.
Divisiones de la botánica
Las plantas pueden estudiarse desde variados puntos de vista. Así, pueden diferenciarse distintas líneas de trabajo de acuerdo con los niveles de organización que se estudien: desde las moléculas y las células, pasando por los tejidos y los órganos, hasta los individuos, las poblaciones y las comunidades vegetales.
Otras posibilidades se refieren al estudio de las plantas que vivieron en épocas geológicas pasadas o al de las que viven en la actualidad, al examen de los distintos grupos sistemáticos y a la investigación de cómo pueden ser utilizados los vegetales por el ser humano.
La Botánica Sistemática trata de averiguar las afinidades que existen entre los diversos tipos de plantas, basándose en los resultados de todas las disciplinas mencionadas previamente, entre las que, al lado de la Morfología, son importantes la Citología, la Anatomía, la Palinología (el estudio de las esporas y del polen), la Embriología (cuyo campo es el estudio de la generación sexual y del embrión), la Fitoquímica (sustancias producidas y contenidas en las plantas), la Genética y la Geobotánica o Fitogeografía.
Como parte de la Sistemática, hay que mencionar ante todo la Taxonomía, que se ocupa de la descripción, nomenclatura y ordenación de las especies de plantas existentes, las cuales sobrepasan el número de 330.000. A ella se añade el estudio de la historia evolutiva de las plantas (Filogenia), que se apoya especialmente en la Paleobotánica, el estudio de las plantas que vivieron en otras eras geologicas y en la Evolución, que ilustra sobe las leyes y las causas que rigen la formación de las estirpes vegetales.
Finalmente, existen dentro de la Botánica ramas de estudio que se ocupan de modo especial de grupos particulares de organismos:
Microbiología
Bacteriología
Micología
Ficología
Liquenología
Briología
Pteridología
También existen distintas disciplinas aplicadas, que estudian el valor práctico de las plantas para los seres humanos y con ello establecen el enlace con la Agricultura, la Silvicultura y la Farmacia, entre otras.
La botánica en la actualidad
La botánica no recurre al registro fósil en igual medida que la zoología para obtener datos sobre la evolución, porque el registro vegetal es mucho más incompleto que el animal. No obstante, la paleobotánica o estudio de las plantas fósiles ha contribuido mucho al conocimiento general de la evolución de los grandes grupos vegetales, y en especial a la comprensión de las relaciones existentes entre las clases de plantas con semillas. Pero aún queda mucho por estudiar antes de poder responder a preguntas tan básicas como el origen de las plantas con flor
Los botánicos o especialistas en el estudio de las plantas desempeñan un abanico muy variado de actividades. Muchos ocupan puestos académicos y realizan labores de enseñanza e investigación, que comprenden trabajos de laboratorio y de campo. En términos estrictos, la botánica es una ciencia pura dedicada a estudiar la naturaleza básica de las plantas.
Pero muchos aspectos de la botánica afectan directamente al bienestar y al progreso de la humanidad, por lo que la botánica aplicada ha cobrado gran importancia. Especialidades como la silvicultura y la horticultura están estrechamente vinculadas con la botánica básica; otras, como la farmacología y la agronomía, aunque son más autónomas, dependen también de los conocimientos botánicos básicos. Además, existen otras especialidades, como la geobotánica, que estudian la relación de las plantas con el medio físico.