Introducción
Las primeras actividades que el hombre desarrolló estuvieron determinadas por acciones meramente empíricas; la evaluación del trabajo se dio con el devenir del tiempo y debido a situaciones circunstanciales, políticas, sociales y económicas se gestaron cambios intelectuales que propiciaron la investigación y con ellos la aparición de los inventos; de esta manera la evolución nos ubica en una etapa científica.
La evolución de la ciencia desarrolló una serie de conocimientos generales que propiciaron alternativas particulares en diversas áreas, como la utilidad práctica que se deriva de esos fundamentos generales; a esto se le puede llamar técnica, y al conjunto de fines prácticos con diferencias estructurales y complejas, tecnología.
La técnica y la tecnología
Se habla del inicio de la técnica con la utilización de la piedra para la elaboración de herramientas y hasta la aparición de la máquina de vapor, que marcó el principio de la Revolución Industrial. Desde el punto de vista técnico, la máquina es una herramienta compuesta. De las herramientas manuales elementales surgen las herramientas polivalentes y el trabajo asociado. Las combinaciones de herramientas permiten construir máquinas simples y complejas, gracias a la adición de una fuerza autónoma.
Las máquinas en nuestra época no son sólo múltiples procedimientos mecánicos de transformación de materias sólidas y flexibles, sino también innumerables procedimientos que tratan líquidos, gases, etc. que efectúan transportes, transmisiones y comunicaciones; que aseguran la buena marcha de los organismos vivos; que regulan el paso del tiempo, registran el pasado y prevén el futuro. La técnica moderna extiende sus características profesionales, afecta al productor y al consumidor.
Los avances en la tecnología moderna
El desarrollo de la técnica maquinista tiene como efecto transformar la estructura de la unidad de producción, lo cual ya no es el conjunto elemental formado por un hombre, una herramienta y una materia a tratar; ésta puede definirse según dos criterios: la fábrica o establecimiento (unidad técnica-geográfica), y la empresa o firma (entidad jurídica y financiera).
Los sistemas de producción y comunicación modernos tienden a aumentar la dependencia de fábricas entre sí, a pesar de su especialización. La autonomía de las pequeñas empresas que subsisten se ha creado en el campo de los productos semielaborados. En estas empresas el equipo, la mano de obra y sus utilidades están determinados por la situación de un mercado reducido, y con frecuencia a una sola gran empresa de la que son los abastecedores complementarios. Las unidades de producción tienen entonces cada vez menos importancia entre sí, lo que cuenta es el lugar que ocupan dentro de la cadena.
La industria entonces se considera como una amplia red que abarca unidades independientes, en la que el tamaño y la estructura de cada unidad no pueden comprenderse sino dentro de todo el sistema, interdependencia técnica y económica corresponden a un contacto humano y social que puede ser de solidaridad o rivalidad y que constituye la actualidad de los grandes conjuntos industriales.
Extensión del automatismo
Marx dice en El Capital:
“Todo sistema de maquinaria constituye de por sí, siempre y cuando que esté impulsado por un motor que no reciba la fuerza de otra fuente motriz, un gran autómata. Tan pronto como la máquina pueda ejercer sin ayuda del hombre todos los movimientos necesarios para la materia prima, aunque el hombre la vigile e intervenga de vez en cuando, tenemos un sistema automático de maquinaria”.
El maquinismo consiste en el reemplazo de las manos u otros miembros del cuerpo humano del trabajador, quien las opera con un dispositivo mecánico. La automatización es un sistema de fabricación diseñado con el fin de usar la capacidad de las máquinas para llevar a cabo determinadas tareas anteriormente efectuadas por seres humanos, y para controlar la secuencia de las operaciones sin intervención humana.
Dentro del proceso general de automatización, la etapa actual, caracterizada por la información, significa un cambio cualitativo importante, ya que la información que se percibe a través de sensores puede ser procesada en el curso mismo de las operaciones, reemplazando las funciones conscientes del trabajador, permitiendo seguir, controlar y corregir sus movimientos, trayectorias de complejidad en el cerebro incorporado a la máquina, capaz de controlar sus propias operaciones y modificaciones.
La aplicación de la informática a las tareas productivas y al trabajo terciario se basa en dos elementos: el programa de la maquinaria software que define las reglas de su funcionamiento, y el conjunto de dispositivos mecánicos y electrónicos, hardware, que ejecuta las operaciones determinadas por el programa. De esta manera se define la división social y técnica del trabajo inscrita en la misma máquina.
Evolución de las herramientas
A la par del progreso de la automatización, aparece una evaluación significativa de herramientas, sobre todo para las que serán utilizadas en los sistemas automáticos.
Se observa que la velocidad de marcha creciente de los sistemas automáticos y la larga duración de su empleo (20 a 24 horas) tienen un efecto negativo que no se manifiesta sólo en las herramientas. Todas las piezas del mecanismo, incluyendo los aparatos de medición y control, están sometidas a un esfuerzo y a una tensión generadores de deterioro que exigen mantenimiento y revisiones constantes.
Las máquinas automáticas más perfeccionadas manifiestan una verdadera sensibilidad a la que hay que prestar cuidados particulares. La complejidad y sensibilidad de los mecanismos son tales que éstos se vuelven caprichosos y reacios.
La nuevas técnicas de producción extienden sus efectos a todos los demás campos de la vida económica, transportes y comunicaciones en particular. Tienden a imponer a las empresas nuevas formas de funcionamiento, suscitando en todos los niveles del personal de ejecución, de concepción y de decisión nuevas formas de trabajo, de cooperación y de gestión.
En ese contexto suponen importantes transformaciones en las condiciones y formas de trabajo, y en el aspecto profesional de la vida, lo que provoca la necesidad permanente de capacitación en los trabajadores, a fin de irnos integrando a la vida moderna y propiciar mayor productividad a mejor nivel.