Introducción
Es un trastorno autoinmunitario en el cual se destruyen las glándulas que producen las lágrimas y la saliva, causando resequedad en la boca y en los ojos. Sin embargo, este trastorno puede afectar muchas partes diferentes del cuerpo, entre ellas, los riñones y los pulmones. Es una enfermedad crónica de progresión muy lenta en el tiempo, por esta causa, puede haber un período de hasta 10 años entre el comienzo de los síntomas y el diagnóstico de la enfermedad.
Causas
Se desconoce la causa del síndrome de Sjögren. Es un trastorno autoinmunitario, lo cual significa que el cuerpo ataca por error al tejido sano. El síndrome ocurre con mayor frecuencia en mujeres de 40 a 50 años y es poco frecuente en niños. El síndrome de Sjögren primario se define como resequedad en ojos y boca sin otro trastorno autoinmunitario.
El síndrome de Sjögren secundario ocurre solo con otro trastorno autoinmunitario como:
Polimiositis
Artritis reumatoidea
Esclerodermia
Lupus eritematoso sistémico
Síntomas
La resequedad de la boca y los ojos es el síntoma más común de este síndrome.
Síntomas oculares:
Ardor en los ojos
Sensación de que algo está en el ojo
Síntomas de la boca y la garganta:
Dificultad para deglutir o comer
Pérdida del sentido del gusto
Dificultad para hablar
Saliva espesa o en hilos
Dolor o úlceras bucales
Otros síntomas pueden abarcar:
Fatiga
Fiebre
Cambio en el color de las manos o de los pies
Dolor articular o inflamación articular
Ganglios inflamados
Tratamiento
A pesar de los extensos trabajos que se han efectuado y de las investigaciones presentes, todavía no se ha encontrado un tratamiento curativo; sin embargo, las medidas paliativas son una ayuda importante. Existen múltiples sustitutivos de la saliva y lágrimas artificiales que pueden ayudar a disminuir y aliviar los síntomas de sequedad oral y ocular.
En líneas generales, hay dos tipos de tratamiento:
Tratamiento local: con medidas paliativas y medicación enfocada específicamente para la sintomatología seca .
Tratamiento farmacológico: dirigido a la afectación sistémica de la enfermedad que incluye antiinflamatorios para tratar los dolores articulares o musculares, antipalúdicos, corticoides, etc., que deben ser recetados o fármacos inmunomoduladores para controlar los síntomas autoinmunes relacionados.