Definición
El nacionalismo mexicano es el movimiento social, político e ideológico que conformó desde el siglo XIX la identidad nacional de México. El nacionalismo mexicano nace del patriotismo criollo del virreinato de la Nueva España, alimentado de una corriente anti-españolista y pro indigenista. El concepto de nación y de identidad nacional no necesariamente era compartido o entendido igualmente por toda la población.
En fecha de la independencia de México se independiza solo el 40% de la población mexicana hablaba castellano, el gobierno centralizado también generó disputas y movimientos independentistas que no compartían valores con la gente del centro del país; muchos indígenas, los yucatecos penisulares, los jaliscienses y los norteños mantuvieron y mantienen una identidad diferente (aún a nuestros días) y muchas veces manifestaron sentimientos anti-mexicanistas, pero profundamente anti-yankees pugnando por una unión pro américa latina algunos, pero principalmente en pro de el uso y las costumbres que actualmente siguen prevaleciendo a la sombra incluso de las leyes.
Orígenes
La segunda mitad del siglo XVIII fue escenario de un movimiento de reivindicación patriótica por parte de los criollos en Nueva España. El nacionalismo criollo de Nueva España ensalzó al virreinato frente a las afirmaciones de los peninsulares por las que se pretendía justificar el dominio español malintenciondo en las tierras americanas.
Varios de los representantes del nacionalismo criollo novohispano eran miembros de la Compañía de Jesús. En el siglo XVIII esta congregación desempeñaba una importante labor en la evangelización de los indígenas del norte del virreinato. A la par de esta obra, produjeron un conjunto de documentos que dan cuenta de pueblos que hoy se encuentran extintos.
La importancia de la Compañía en la vida de Nueva España radicaba en su gran actividad a favor de la cultura, tanto a través de la educación como en la producción y difusión del conocimiento. Esta actividad le permitió establecer una red de relaciones que involucró a la Compañía en otras esferas, especialmente con miembros de la élite agrícola, comercial y minera.
Algunos de los jesuitas desterrados habían sido figuras centrales de ese movimiento intelectual que reivindicó a Nueva España frente a su metrópoli y que llegó, incluso, a proponer la necesidad de emancipar a la colonia. Uno de ellos fue Francisco Xavier Clavijero, que tuvo que publicar su Historia antigua de México en Italia y en el idioma de ese país. En esa obra Clavijero emprende una amplia defensa de América frente a Europa, comenzando por las cuestiones naturales y concluyendo con la reafirmación de todos los americanos a través de la reivindicación del pasado indígena.
La construcción de la historia nacional
Los avances en la arqueología durante el porfiriato exalta la expresión artística de las culturas precolombinas y la primera valoración de la cultura indígena después de la independencia de México, pintores, escultores, escritores y fotógrafos retrataron las primeras imágenes de lo indígena. El material histórico, arqueológico y artístico fue pieza clave de la educación mexicana durante el siglo XX.
Después del movimiento revolucionario surgen los ideólogos que buscaban infundir valores en la niñez mexicana de amor a la patria e ideales de progreso y prosperidad. Tradicionalmente, México se ha definido como nación mestiza, o como lo dijera José Vasconcelos Calderón (1925), el crisol de todas las razas tanto cultural como étnicamente, la exaltación del mestizaje de los mexicanos fue parte fundamental del colectivo imaginario de pertenecía a una nación entre las masas y la población urbana antes de la primera mitad del siglo XX.
Política y nacionalismo
Los partidos políticos han jugado un papel preponderante en el nacionalismo mexicano; Lázaro Cárdenas del Río, el creador del Partido de la revolución Mexicana en 1938, como medida para desarticular la ideas del maximato eliminó la estructura basada en partidos regionales y estatales del antiguo Partido Nacional Revolucionario creado por Calles y la substituyó con una de carácter corporativo o corporativista en la que se esperaba que los intereses de los ciudadanos fueran representados y transmitidos por los así llamados “sectores”.
Los sectores del PRM fueron cuatro: obrero, campesino, popular y militar, que, a su vez, aglutinaban distintas organizaciones que fueron fusionándose al partido, la figura de Lázaro Cárdenas muestra al presidencialismo como una imagen paternalista y protectora de toda la nación, forma de gobierno que fueron adoptando los presidentes sucesivos.
Ávila Camacho y el entonces recién nominado candidato presidencial Miguel Alemán Valdés impulsaron su transformación en Partido Revolucionario Institucional que pasó de un partido de revolucionarios a una institución que retomó los colores de la bandera nacional con mucho mayor fuerza que en sus inicios.
Existen desacuerdos de otros partidos políticos por la manipulación generada de los colores de la bandera nacional dentro del eslogan oficial de Partido Revolucionario Institucional.
Actualidad
Los nuevos íconos de la identidad mexicana son fetiches que aluden a los colores de la bandera nacional como sucede en otros países, retoman algunas prendas de trajes regionales como sombreros, penachos, jorongos, rebozos y banderas.
Hoy en día, el nacionalismo mexicano no está conformado por los criollos, al final como es natural los criollos han desaparecido culturalmente, sin embargo el nacionalismo mexicano es mal encausado y mal informado, prevalecen en su mayoría las tradiciones indígenas a voces sordas, sin ser populares o reivindicadas, asumiendo al exterior del país una imagen pasada, o falsa.