Introducción
Órgano musculoso de la boca, asiento principal del gusto y parte importante en la fonación y en la masticación y deglución de los alimentos. La lengua está cubierta por una membrana mucosa, y se extiende desde el hueso hioides en la parte posterior de la boca hacia los labios. La cara superior, los lados y la parte anterior de la cara inferior son libres. El resto está unido a la cavidad bucal.
Los músculos extrínsecos fijan la lengua a distintos puntos externos y los músculos intrínsecos, que discurren de forma vertical, transversal y longitudinal, permiten muchos y diversos movimientos. La cara superior presenta pequeñas excrecencias que proporcionan a la lengua una textura rugosa, son las papilas gustativas y en ellas reside el sentido del gusto. El color de la lengua suele ser rosado, lo que indica un buen estado de salud; cuando pierde color es síntoma de algún trastorno.
Como principal órgano del gusto, la lengua tiene papilas gustativas que contienen los receptores gustativos y se encuentran dispersas por toda su superficie. Los distintos receptores aparecen concentrados en determinadas zonas de la lengua; de esta manera, los sabores dulce y salado son detectados en la parte anterior de la lengua; el ácido o agrio en los lados, y el amargo en la parte posterior dorsal. En la masticación, la lengua empuja los alimentos contra los dientes; en la deglución, lleva los alimentos hacia la faringe y más tarde hacia el esófago, cuando la presión que ejerce la lengua provoca el cierre de la tráquea. También contribuye, junto con los labios, los dientes y el paladar duro, a la articulación de palabras y sonidos.
Desarrollo y formación de la lengua
Hacia finales de la cuarta semana de la gestación embrionaria se observa una elevación triangular en el suelo de la faringe, llamada tubérculo impar, y es la primera muestra del desarrollo de la lengua. Pronto se desarrollan dos yemas laterales, las protuberancias linguales. Estas tres tumefacciones provienen del mesénquima del primer arco faríngeo. Estas protuberancias linguales aumentan rápidamente de tamaño hasta que se fusionan, dejando entre ellas el surco medio de la lengua, y formando así el cuerpo lingual.
Irrigación e inervación de la lengua
La mucosa especializada lingual y la lengua en general es ampliamente irrigada e inervada.
La inervación motora viene del hipogloso y glosofaríngeo, mientras que la sensitiva está dada por el nervio lingual, que viene del trigémino, el glosofaríngeo y el vago.
La sensación del gusto del cuerpo lingual (o los dos tercios anteriores) es conducida por el nervio cuerda del tímpano (rama del nervio facial), y la de la raíz (o el tercio posterior), por los nervios glosofaríngeo y vago.
La irrigación proviene de la arteria lingual (rama de la arteria carótida externa) y de la vena lingual (que drena en la vena yugular interna por medio de la vena tirolinguofaringofacial).
Funciones de la lengua
La lengua es un órgano que tiene varias funciones y sirve para:
Articular las palabras.
Distinguir sabores.
Ayudar en la masticación.
Disfrutar de la comida.
Prevenir peligros para la salud.
Humedecer los labios secos.
Enfermedades que se manifiestan en la lengua
Tenemos los tumores, “que pueden ser benignos o malignos”. En este último grupo se incluyen los carcinomas.
La lengua está compuesta de tejidos de distinta naturaleza. Cada uno de éstos puede sufrir una transformación maligna y dar lugar a lo que se conoce como cáncer de lengua.
Unas de las afecciones más comunes son las aftas o la gingivitis aftosa, que se manifiesta a través de la formación de úlceras pequeñas y superficiales en los bordes de la lengua. Por lo general, ocurren después de una lesión traumática, como lastimarse con el borde filoso de un diente roto, o al quemarse tras ingerir algún alimento caliente por ejemplo.
Entre las enfermedades infecciosas están las mitóticas u ocasionadas por hongos. Ejemplo de ésta es la candidiasis, que es usual en personas con defensas bajas o que están con cierta terapia de antibióticos. A su vez, la gingivoestomatitis herpética primaria, que es viral, es otro de los trastornos que afecta este órgano.