Introducción
Indigenismo, conjunto de políticas sociales dirigidas a mejorar el nivel de vida de la población autóctona de América Latina. Una visión general apunta a que debe imperar la igualdad entre los individuos sin importar su condición. Sin embargo, la realidad social de la mayoría de las naciones latinoamericanas es muy distinta, ya que persisten cuando menos tres estratos bien diferenciados que se basan exclusivamente en la diferenciación étnica: los indígenas, los mestizos y los blancos.
A cada uno de ellos pueden corresponder infinidad de sinónimos, sin olvidar que en algunos países está presente un amplio sector amestizado en mayor o menor medida.
El indigenismo tiene sus raíces en las ‘políticas de indios’ de la época virreinal, cuando se consideraba que ese sector debía gobernarse con leyes específicas vinculadas a sus particulares creencias, formas de gobierno, estratificación social, etc.
Es a finales del siglo XIX y principios del XX, con la reivindicación de las culturas originales por parte de algunos intelectuales, cuando comienzan a crearse instituciones y leyes que pretenden la salvaguarda de los valores indígenas. Sin embargo, lo que comenzó como un movimiento cultural, pronto pasó a ser una plataforma política que nunca contó con representantes indígenas y que fue absorbida por los planes y promesas de los distintos gobiernos.
Mestizaje
Mestizaje, término que hace referencia al cruce de europeos, africanos e indígenas realizado a partir de 1492 en la América hispana.
Las numerosas variantes que se produjeron a lo largo de todo el continente durante los tres siglos de vida colonial, se conocieron con el nombre de castas.
El largo proceso del mestizaje fue el eje de la transformación llevada a cabo en América al actuar como elemento dinamizador de la sociedad.
A partir del siglo XVII el mestizo formó parte de una realidad generalizada, que perdió las referencias raciales específicas y entró a formar parte de todos los grupos sociales, gracias a una verdadera movilidad social, que se basaba sobre todo en valoraciones económicas y de prestigio político y profesional.
Tradicionalmente, el mestizo tuvo un espacio social indeterminado, incluyéndose tanto en el ámbito indígena como en el español, aunque se estableció preferentemente en las áreas urbanas, integrándose en el sistema de valores español.
La unión con las mujeres indígenas pertenecientes a las elites locales fue utilizada por los conquistadores españoles como un sistema de dominio sobre la población autóctona, al implantar la familia nuclear y aprovechar el prestigio de sus autoridades en beneficio del ejercicio del poder. Los mestizos resultantes de estas uniones habitualmente se integraron en el ámbito social del padre.
En contraposición al español peninsular y al español americano o criollo, que ocuparon los niveles más altos de la pirámide social, el mestizo ocupó como grupo los estratos inferiores, aunque dispuso de fórmulas como la ‘compra de blancura’ para iniciar el ascenso social.
La permanente tensión entre peninsulares y criollos se reflejó en una continua infravaloración del mestizo por parte del criollo, que dio origen a una extensa literatura difamatoria.
Todos los grupos sociales fueron permeables al mestizaje, por lo que la población del continente americano es hoy fundamentalmente mestiza.
Indio
Cristóbal Colón llegó a América el 12 de octubre de 1492 y, tras desembarcar en la isla de Guanahaní, en el archipiélago de las Bahamas, creyó haber llegado a alguna isla cercana a la India.
El almirante llamó indios a los pobladores de la isla, aunque en realidad se trataba de taínos, y para ser más específicos, se trataba de lucayos.
Lo que no imaginaba Colón es que al bautizar a los habitantes de Guanahaní con ese nombre —y luego hacerlo general para todos los habitantes de las islas y tierra firme que fue pisando en sus viajes— también estaba bautizando a innumerables pueblos de los cuales probablemente nunca tuvo noticia.
Entre estos pueblos desconocidos están los mesoamericanos, oasisamericanos y aridoamericanos —y los descendientes de todos ellos—, pobladores del territorio que en la actualidad conocemos como México.
El término indio y sus derivados, como indígena, se emplean comúnmente para designar a los individuos pertenecientes a los pueblos originarios de América, aunque el término correcto es “indígena” y no indio.
El hecho de que también sea empleado a modo de insulto entre y por los grupos centrales de las sociedades latinoamericanas es revelador de su carácter como designación de un conjunto de personas que se ubican en la periferia de la estructura social.
Llamar a una persona indio es equivalente, en ciertos contextos, a calificar despectivamente a una persona como pobre, ignorante, gente sin razón. El significado social del término tiene una dimensión histórica que comienza precisamente en el tiempo del descubrimiento de América por parte de los europeos.
Pueblos indígenas
Hacia la primera mitad del siglo XIX mas de la mitad (60%) de la población total de México era Indígena, sin embargo debido a la castellanización que se impuso en el país muchos indígenas fueron perdiendo sus lenguas y a la vez su identidad, este proceso causo que los indígenas se redujeran de un 60% a principios del siglo XIX a un 38% en 1889, el proceso continuo y de 38% se redujo a 30% en 1921, y a solo 9% en el 2000, clasificados ahora como Hablantes de lengua indígena.
Por lo que cabe señalar que el concepto de “mestizo” es muy extenso e incluye a personas que no necesariamente lo serian étnicamente. En el caso tan extenso del cual muchos indígenas que abandonaban su lengua y cultura y se adoptaban a la cultura occidental eran despues considerados “mestizos”.
El concepto de indígena actualmente se refiere a estar adscrito a un grupo étnico diferenciado. Las razones en las que se basa la distinción étnica pueden ser fenotípicos, lingüísticos o culturales; factores todos ellos asociados a la herencia familiar.
En el segundo artículo de su constitución política, México se define a sí mismo como una nación pluricultural, en reconocimiento a los diversos pueblos indígenas que habitan en su territorio.
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) considera que la población indígena mexicana es de unos doce millones de personas, que corresponden aproximadamente al 10% de los 111 millones de mexicanos que se registraron en el I Conteo de Población (1995).
Las principales etnias nativas de México son las siguientes: nahuas, mayas, zapotecos, mixtecos, tzotziles, tzeltales, otomíes, huastecos, mazatecos, mazahuas, purépechas, yaquis, huicholes, pápagos, mayos, kiliwas.