Introducción
Protista, cualquier miembro del reino Protoctistas, que agrupa organismos eucariotas muy sencillos que no son ni plantas, ni animales, ni hongos. La mayoría de los protistas son organismos unicelulares y solo pueden ser vistos con ayuda de un microscopio, aunque otros, como las algas marinas, no solo están formados por más de una célula sino que pueden alcanzar grandes tamaños.
Hay una gran diversidad de protistas que se pueden encontrar en diferentes ambientes: agua dulce, océanos, suelo e, incluso, el tracto intestinal de los animales.
Incluyen organismos muy diversos, como las algas, las amebas y los mohos mucilaginosos. Hay protistas sésiles y móviles. Muchas especies son capaces, como las plantas, de realizar la fotosíntesis. Algunos protistas están rodeados solo por una membrana plasmática, pero muchas especies presentan también paredes celulares alrededor de la membrana.
Los protistas presentan una gran diversidad de formas y tamaños. Muchos son diminutos. El alga verde Nanochlorum tiene solo unos 0,01 mm de longitud. Las laminarias gigantes, en cambio, son algas que pueden alcanzar más de 65 m de longitud.
Anatomía y fisiología
La mayoría de los protistas contienen numerosas mitocondrias, orgánulos con doble membrana que rompen las complejas moléculas orgánicas liberando energía que utiliza el resto de la célula. La fisiología de estos organismos es bastante similar a la fisiología celular de plantas, animales y hongos.
Las mitocondrias requieren oxígeno. Los protistas que viven en medios pobres en oxígeno, por ejemplo los que viven en el tracto digestivo de algunos animales, no suelen tener mitocondrias y producen energía por otros procesos.
Algunos protistas son capaces de realizar la fotosíntesis y presentan, además de núcleo y mitocondrias, unos orgánulos rodeados de doble membrana que reciben el nombre de plastos. Estos orgánulos son capaces de atrapar la energía solar y convertirla en energía química, que la célula puede utilizar.
Los plastos también pueden capturar el dióxido de carbono de la atmósfera y transformarlo en compuestos de carbono que la célula necesita para crecer. Los pigmentos, incluida la clorofila, que se encuentran en el interior de los plastos, capturan la luz solar y proporcionan a los protistas fotosintéticos su característico color.
La gran mayoría de protistas se reproducen asexualmente mediante división binaria o por gemación. Algunos se reproducen asexualmente por división múltiple. En algunos casos puede haber recombinación genética.
Sin embargo, también se ha puesto de manifiesto que algunos protistas se reproducen sexualmente. Algunas especies forman unas estructuras llamadas esporas que son resistentes a las sustancias tóxicas y a la desecación.
Clasificación
Uno de los clados, Primoplantae o Archaeplastida, comprende Rhodophyta (algas rojas) y Glaucophyta. Es también el origen de las algas verdes y de las plantas vasculares terrestres que se clasifican en el reino Plantae.
Este clado se caracteriza por la presencia de cloroplastos que se considera que fueron obtenidos por la endosimbiosis primaria de una bacteria cianofícea. La mayoría de los miembros de Rhodophyta son pluricelulares.
Otros dos grupos, Chromista y Alveolata (clado Chromalveolata), presentan cloroplastos que se supone han sido adquiridos por endosimbiosis secundaria de un alga roja. El primero comprende Heterokontophyta (algas pardas, diatomeas, oomicetos, etc), junto a los pequeños grupos Haptophyta y Cryptophyta.
El segundo comprende Dinoflagellata, Apicomplexa (la mayoría de los antiguos esporozoos) y Ciliophora (ciliados). Algunos miembros han perdido posteriormente los cloroplastos y otros han llegado al nivel de organización pluricelular.
El clado Excavata comprende un gran número de protistas que antiguamente eran clasificados como flagelados. Se caracterizan por la presencia de un surco ventral de alimentación.
Algunos miembros son heterótrofos, mientras que otros presentan cloroplastos que se supone son el resultado de la endosimbiosis secundaria de un alga verde. La clasificación de este grupo es difícil y todavía está en sus inicios. Comprende entre otros, Metamonada, Euglenozoa y Percolozoa.
El clado Rhizaria se ha constituido con base en datos moleculares. Comprende algunos ameboides que antiguamente formaban parte del grupo de los rizópodos. En concreto, comprende Radiolaria, Foraminifera y una colección diversa de organismos que se clasifican en Cercozoa.
El clado Amoebozoa comprende un gran número de protistas ameboides y la mayoría de los mohos mucosos. Sin embargo, otros ameboides que antiguamente formaban parte del grupo de los rizópodos han ido a parar a otros clados.
El carácter morfológico de la presencia de seudópodos no es exclusivo de este clado, lo que ha llevado a la confusión de agrupar a protistas no relacionados en las antiguas clasificaciones. Algunos miembros son multinucleados y otros forman agrupaciones que son un modelo para la multicelularidad (Dictyosteliida).
El clado Opisthokonta, constituido con base en estudios moleculares, comprende a una colección diversa de protistas clasificados en Choanozoa.
Es también el origen de los reinos pluricelulares de Animalia y Fungi. Estos tres grupos se caracterizan morfológicamente por la presencia en los linajes constituyentes de un flagelo opistoconto (situado en la célula en una posición posterior a la del movimiento)
Protistas destacados
Euglenozoa, formado por organismos unicelulares con flagelos que agrupa Euglenoides y Quinetoplástidos; Alveolata, que incluye organismos que se caracterizan por poseer unas cavidades debajo de la membrana plasmática que reciben el nombre de alvéolos e incluye los dinoflagelados (Pyrrophyta); los apicomplejos (Apicomplexa) y los ciliados (Ciliophora); Stramenopila o Heterokontophyta, que incluye algas pardas, algas pardodoradas, diatomeas y oomicetes; algas rojas (Rhodophyta); algas verdes (Chlorophyta) y Choanoflagellida, que se cree agrupa los parientes más cercanos de los animales.
En cuanto a las amebas, se solían clasificar en un grupo único, sin embargo, se ha puesto de manifiesto que existen varios grupos no relacionados de protistas que se desplazan por seudópodos, entre los que se encuentran las verdaderas amebas (a veces incluidas en el filo Rhizopodos); los actinópodos, de seudópodos delgados y rígidos que engloban los radiolarios, actinópodos exclusivamente marinos de gran belleza, y los foraminíferos, que secretan valvas de carbonato cálcico y tienen seudópodos largos que salen a través de poros que poseen en las valvas.
Los mohos mucilaginosos o mohos del limo fueron agrupados en un solo filo por su parecido externo. Sin embargo, son muy distintos entre sí. Hay dos grupos principales, los mixomicetes o mohos mucilaginosos plasmodiales o acelulares y los mohos mucilaginosos celulares, en los cuales las células ameboides agrupadas retienen su identidad individual.