El civismo (del latín civis, ciudadano y ciudad) se refiere a las pautas mínimas de comportamiento social que nos permiten convivir en colectividad. Se basa en el respeto hacia el prójimo, el entorno natural y los objetos públicos; buena educación, urbanidad y cortesía.
Se puede entender como la capacidad de saber vivir en sociedad respetando y teniendo consideración al resto de individuos que componen la sociedad siguiendo unas normas conductuales y de educación que varían según la cultura del colectivo en cuestión.
Destacar el civismo de la sociedad coreana como se demostró en 1997, cuando se organizó una campaña improvisada de donación de joyas de oro y plata para recomponer las maltrechas reservas cambiarias del país y así evitar la bancarrota, y la sociedad nipona en el gran terremoto que sufrió en 2011.
El estudio y la reflexión sobre el desenvolvimiento de la humanidad y de algunas sociedades específicas, contribuyen a la formación de valores éticos y al desarrollo de la capacidad de comprensión y análisis de diferentes culturas.
El diálogo, la interacción y la confrontación de puntos de vista ayudan al aprendizaje y a la construcción de conocimientos.
En este proyecto buscamos diseñar actividades que promuevan la construcción de conceptos a partir de la comparación entre experiencias concretas.
El civismo y la educación
Por su carácter formativo, la educación cívica no puede circunscribirse a la enseñanza de algunos contenidos formales.
La sistematización de la información es indispensable pero sólo será eficaz si los valores que son objeto de enseñanza, se corresponden con las formas de relación y con las prácticas que caracterizan la actividad de la escuela y del grupo escolar.
De otra manera, los contenidos cívicos mantienen un carácter declarativo y ejercen escaso efecto sobre la formación de los estudiantes.
Formación de valores
Entre los valores y actitudes que deben formarse a lo largo de la educación básica se encuentran: el respeto y aprecio por la dignidad y diversidad humana, la tolerancia, la solidaridad, la justicia y la libertad.
Fortalecimiento de la identidad nacional
Este aspecto pretende que el alumno se reconozca como parte de una comunidad nacional caracterizada por la pluralidad de pensamientos, la diversidad regional, cultural y social.
Los contenidos se refieren a los ideales que han estado presentes a lo largo de nuestra historia, a las costumbres y tradiciones, pues se busca que los estudiantes valoren la herencia de nuestros antepasados y aprecien la diversidad cultural como una riqueza de nuestra nación.
La educación como trasmisión de valores cívicos
Uno de los temas que más polémicas ha suscitado en la reciente promulgada Ley Orgánica de Educación (LOE) ha sido, sin duda, el del nuevo Área de Conocimientos denominado «Educación para la ciudadanía y los derechos humanos«.
El debate ha traspasado la cuestión puramente académica hasta situarse en los últimos años en el centro del debate entre los principales partidos políticos. En este artículo voy a exponer brevemente cuáles son las razones que, en mi opinión, han llevado al Ministerio a reorientar la educación en los valores cívicos mediante la creación de este nuevo Área o materia.
Es cierto que todos los problemas de convivencia en una comunidad educativa no se van a resolver con una asignatura, pero también es preciso reconocer que puede ayudar a crear un mejor clima de convivencia en los Centros.
Las razones que avalan la necesidad de una educación ética y cívica basada en los Derechos Humanos y en los valores constitucionales son de diverso tipo: razones de orden educativo; razones de orden sociológico; razones filosóficas y razones jurídico-políticas.
Razones educativas a favor de la educación para la ciudadanía y los derechos humanos
Se basan en que en todas las épocas la educación siempre comporta una filosofía moral y política en sentido amplio; es decir, que toda acción educativa abarca lo cognitivo y lo axiológico y trata por tanto de formar según unas pautas morales y cívicas determinadas.
Razones a favor de una educación ética y cívica
Es de orden sociológico, es evidente que toda Europa y por tanto también se están enfrentando a nuevos problemas, a nuevos retos sociales y culturales en el siglo XXI y para tratar de paliar los efectos de cierta problemática social y para prevenir conductas indeseables es preciso que los sistemas educativos eduquen a los niños y adolescentes en el respeto, la tolerancia activa y la solidaridad efectiva con los demás.
No se pretende que el sistema educativo solucione todos estos nuevos conflictos sociales, sino que la reflexión sobre ellos ayude a comprender mejor los mismos y a crear una conciencia cívica y política que permita dialogar y pactar las soluciones adecuadas.
Razones filosóficas
Una nueva serie de razones que abonan la idea de la educación para la ciudadanía y los derechos humanos se basa en consideraciones de orden filosófico, de filosofía moral y política.
Toda ética personal va acompañada de una ética civil, de unos valores que surgen en el individuo y se trasmiten a la comunidad. Por eso no tienen razón quienes quieren imponer a todos su propia visión del ser humano y de la moral.
La moral católica que ha imperado durante siglos en España no tiene ya legitimidad social ni política para pretender imponerse a toda la sociedad española.
La ética civil, propia de un Estado democrático, ha de ser laica; es decir, neutral en cuanto a las religiones, aunque en absoluto incompatible con ellas y menos aún hostil a las mismas.
Razones de carácter jurídico-político
Apoyan la conveniencia de esta nueva asignatura. La convivencia democrática tiene una base fundamental en nuestro país: la Constitución. Es el gran pacto político y jurídico sobre el que se asienta toda la arquitectura legal y todas las garantías contenidas en nuestro ordenamiento jurídico.
Es preciso que los niños y jóvenes conozcan los principios y valores constitucionales recogidos en la Carta Magna porque son el marco en el que todos podemos convivir en libertad y en paz.
La formación cívica y ética
Busca el reconocimiento de los derechos y deberes de los ciudadanos, así como la reflexión sobre lo que significa ser ciudadano, pero sobre todo lo que significa ser persona. Para ello no basta tener un acta de nacimiento, un pasaporte, el derecho a votar y una identidad nacional, sino que es necesario partir de la conciencia de ser miembros de una comunidad que se transforma constantemente.
Vas a cursar la materia de Formación Cívica y Ética sin esperar que el profesor te diga, de manera dogmática, qué es lo que debes valorar y qué no.
La intención de estas sesiones es abrir un canal de reflexión que te ayude a descubrir qué es valioso para ti, por qué lo es, cómo defiendes lo valioso para ti y los demás, y cómo vives esta situación en comunidad.
Diferencia entre ética y civismo
La ética y el civismo son dos caras de una misma moneda, como lo son el individuo y la comunidad. No hay comunidad sin individuos ni individuos sin comunidad. La ética se ocupa del desarrollo individual, de la conciencia y de los valores que nos hacen ser quienes somos, que nos dan una personalidad moral; el civismo, en cambio, se enfoca más a los procesos sociales, hacia los espacios de convivencia y de construcción de la ciudadanía.
Fuentes: es.wikipedia.org / redescolar.ilce.edu.mx / adide.org / ediciones-sm.com.mx