El momento para iniciar el programa de entrenamiento es el día en que se inicia la contratación. Un trabajador que va a su trabajo con poco o ningún conocimiento de las políticas, las reglas y el propósito de la empresa, principia con un impedimento severo.
Puede descubrir estas cosas conforme transcurren los días, como puede también obtener una imagen errónea.
Los chismes representan la tarjeta de la orientación. Pueden trabajar a favor o en contra y son casi imposibles de controlar. Como observara F. W. Howe en su “Country Town Sayings”: “Lo que la gente dice detrás de usted representa su posición d entro de la comunidad.”
Un conocimiento de lo que una planta tiene que ofrecer a un trabajador y lo que se espera que el trabajador dé, puede alcanzarse con un sencillo programa de orientación. Aquí es donde tiene su principio la moral.
La disposición de la planta, lo que ocurre aquí y ahí, las reglas de la oficina y los reglamentos deben conocerse hasta cierto punto antes de que el trabajador pueda ajustarse cómodamente al esquema de las cosas. Muchas organizaciones dan al trabajador un periodo de indoctrinación a costa de la compañía.
A menudo este programa incluye un paseo dirigido, la presentación al personal clave, una serie de charlas, una conferencia, una película, una sesión de preguntes y respuestas, folletos al respecto, o quizás un día para deambular e investigar la planta.
La extensión y la naturaleza de los programas de orientación varían ampliamente, pero todos deberán estar dirigidos o objetivos específicos. Una revisión de las áreas que presenten problemas es un campo fértil para cosechar los objetivos.
Por ejemplo, si los accidentes han sido un problema. debe ponerse énfasis en las prácticas de seguridad. El mensaje puede darse sutilmente haciendo Inferencias y sugestiones o, en forma directa con ejemplos impresionantes y direcciones rígidas.
La mejor rutina depende del mensaje, los escuchas y las habilidades de los orientadores. Las guías orientadas hacia el trabajador que acentúan el factor humano son:
1 Hacerlo sentir en confianza y que forma parte del grupo.
2. Explicarle lo que se espera de él.
3. Estar seguro de que conoce a su inmediato superior.
4. Mantenerlo ocupado con actividades significativas.
5. Instruirlo apropiadamente y mostrar confianza en su habilidad.
6. Ver que tengan todas las herramientas y materiales necesarios.
7. Dar el crédito cuando se ha ganado o criticar constructivamente.
Fuente: Apuntes de Introducción de Sistemas de Producción de la Unideg