Tipos de cuestionarios

La forma o tipo de cuestionario depende tanto de los objetivos que persiga la investigación, como de los informantes:

Cuestionarios abiertos. Son aquellos en los que se pregunta al sujeto algo y se le deja en libertad de responder como quiera. Este tipo de cuestionario es muy útil y proporciona mucha información, pero requiere más tiempo por parte del informante y es más difícil de analizar y codificar por parte del investigador. Generalmente, se aplican en estudios pilotos con el fin de obtener más datos. Serían ejemplos de preguntas abiertas: ¿Qué piensa usted de la planificación familiar? ¿Cuál es su opinión acerca del presidente X? ¿Qué le parecen los productos Y?

Cuestionarios cerrados. Están estructurados de tal manera que al informante se le ofrecen sólo determinadas alternativas de respuesta. Es más fácil de codificar y contestar. Como desventaja, podemos mencionar que las categorías que se ofrecen pueden no ser las más adecuadas, o que la persona no haya pensado sus respuestas en términos de las categorías que se le ofrecen. Otra desventaja es que, al ofrecerle categorías al informante, se le están “sugiriendo” las respuestas. Entre los cuestionarios cerrados, tenemos: Preguntas con opciones: el sujeto tiene dos o más opciones para contestar. Por ejemplo: ¿Prefiere algún perfume en especial? SÍ NO

Sociograma. Consiste en un gráfico en que se expresan las atracciones y repulsiones que los miembros de un determinado grupo experimentan entre sí, siendo por ello de suma utilidad para detectar fenómenos tales como liderazgo, existencia de subgrupos internos y anomia. Se construye pidiendo a cada miembro que señale a las personas que más congenian con él y las que menos lo atraen. Esta información se recoge mediante el uso de breves cuestionarios de dos o tres preguntas, y luego es procesada para construir el diagrama correspondiente.

Tests psicológicos. Emplean una gran variedad de técnicas específicas. Una buena proporción de ellos utiliza la formulación de preguntas anotadas en algún formulario apropiado (el test) y que por lo general se autoadministra. En otros casos, se propone a la persona la realización de ciertas actividades pautadas y se observa su desarrollo. Se registra el tiempo empleado en su ejecución, las reacciones que se producen, el desempeño de ciertos roles, etc. Desde un punto de vista general, estos tests pueden considerarse como observaciones realizadas en condiciones artificiales, preparadas y definidas de antemano.

Técnicas proyectivas. Se basan en presentar algún estímulo definido a los sujetos para que ellos expresen libremente, a partir de estos estímulos, lo que piensan, sienten o ven. Generalmente, se trata de dibujos, manchas, fotografías u otros elementos similares, aunque también se apela a veces a estímulos verbales o auditivos. La recolección de datos, normalmente, se hace por medio de entrevistas poco formalizadas.

Fuente: Apuntes de la Materia de Metodología de la Investigación de la Universidad de Londres