Cuando una intervención es compleja se puede subdividir en intervenciones más sencillas. Para que todas las intervenciones guarden coherencia se utiliza la metodología del Marco Lógico en cascada.
El procedimiento a seguir es simple. En la primera columna de una matriz se coloca la lógica de intervención (objetivo general, específico, resultados y actividades) de la intervención de mayor envergadura.
En las siguientes columnas se coloca la lógica de intervención de las intervenciones en que se ha dividido la anterior, pero empezando en una casilla más abajo, y así como corresponde.
De esta forma se hace coincidir el objetivo específico de la intervención principal con el objetivo general de las siguientes, los resultados de esta con los objetivos específicos, y así, consecuentemente, las actividades de esta intervención principal con los resultados de las demás, guardándose en todo momento la coherencia.