Las grandes fases de la vida de un producto y las decisiones inherentes a cada una de estas fases.
a) Nacimiento. En primera instancia, la idea del producto se analiza en función de la gama de productos existente, las necesidades del consumidor, el alcance del mercado, su contribución a las utilidades, .etc.
En segunda instancia, la idea se concreta en un prototipo que se somete a las criticas de los diferentes responsables de la empresa.
Se hacen modificaciones a este prototipo a fin de tener en cuenta las exigencias de los consumidores, las restricciones técnicas de la producción, las restricciones financieras de la empresa, las restricciones jurídicas, ecológicas y de seguridad.
Al mismo tiempo que se elaboran los planes y presupuestos del producto, deben hacerse planes particulares para la producción (cantidad por fabricar, demoras de fabricación, concepción de herramienta y equipo, control de calidad, inventario de productos terminados, etc.), el aprovisionamiento (especificaciones y cantidades del material por comprar, demoras del aprovisionamiento, elección de los proveedores), la mercadotecnia (elaboración de las redes de distribución, preparación de la campaña de lanzamiento).
b) Crecimiento. En esta etapa se realiza el producto, y debe medirse la reacción de los consumidores haciendo uso de las técnicas de la investigación comercial.
Esta encuesta proporciona información que permite mejorar el producto. Dicho mejoramiento puede visualizarse de tres formas: simplificación, integración y miniaturización.
La simplificación del producto tiene como finalidad reducir el número de componentes o ciertas características del producto que sean juzgadas como inútiles o superfluas, lo cual tendrá como consecuencia una reducción en el número o la complejidad de los procedimientos de producción.
También puede visualizarse la simplificación al nivel de la gama de productos, eliminando aquellos -cuya contribución a la rentabilidad de la empresa sea insuficiente.
Se llama integración a la diversificación de las actividades de la empresa. La integración puede hacerse al nivel de un producto (integración vertical) o al nivel de la gama de productos (integración horizontal).
Una empresa procede a la integración vertical cuando decide fabricar ciertas componentes que antes compraba. La integración horizontal es la adición de un nuevo modelo o de un nuevo producto a la gama existente.
La miniaturización tiene como finalidad reducir el peso o el volumen de un producto. Esta reducción no significa una disminución de la calidad o de las funciones realizadas por el producto, sino más bien , al contrario, la conservación de las mismas ventajas con un mínimo de costos, peso y espacio.
c) Estabilización. La demanda del producto ha alcanzado su apogeo. Al mismo tiempo que se trata de mantener el nivel de la demanda a través de la publicidad y la promoción, se piensa en un producto de reemplazo previniendo el periodo de declinación. En esta fase debe explotarse el producto al máximo.
d) Declinación. En esta fase se trata de reducir gradualmente la producción hasta el cese completo.
Debe evitarse en este caso hacer gastos para mantener el nivel de la demanda. Lo importante es vender el inventario y planificar la continuidad del servicio después de la venta.
e) Desaparición. El producto ya no está disponible en el almacén. Sin embargo, ciertas componentes pueden formar parte de un nuevo producto.
En algunos casos, debe asegurarse la disponibilidad de las piezas de reemplazo.
La introducción del nuevo producto en el mercado puede hacerse a la mitad o al final del periodo de declinación del producto antiguo.
Pero deben tenerse en cuenta las consecuencias de esta introducción sobre el agotamiento del inventario del antiguo producto.
Fuente: Apuntes de Introducción de Sistemas de Producción de la Unideg