En la vida de un producto influyen varios factores:
- Los gustos de los consumidores, sus hábitos y sus necesidades, que evolucionan con el tiempo; los desarrollos tecnológicos, que revolucionan los procedimientos y los métodos de producción;
- La creación de productos substitutivos;
- La protección del medio ambiente, etc.
Así, cada producto tiene una vida propia, cuyo ciclo es comparable al de un ser humano:
- nacimiento,
- crecimiento,
- estabilización,
- declinación y desaparición.
Desde el punto de vista del objetivo de planificar y desarrollar el producto, cada empresa debe analizar y situar las diferentes fases del ciclo de vida de sus productos.
Según su política, la empresa podrá examinar las implicaciones de sus decisiones en las fases subsecuentes de la vida del producto.
De esta forma, el conjunto de las decisiones debe instaurarse con una continuidad lógica y dentro de un proceso coherente.
Fuente: Apuntes de Introducción de Sistemas de Producción de la Unideg