La mayor parte de los alimentos humanos son mezclas extremadamente complejas de muchos miles de especies químicas.
Tres grupos de sustancias orgánicas, los carbohidratos, los lípidos y las proteínas, junto con el agua, constituyen la parte principal de la mayoría de los alimentos y generalmente llegan a ser más del 99% de su masa.
Sin embargo, el total se haya formado por cientos de miles de compuestos diversos, algunos de ellos presentes en concentraciones, de partes por millón o aun menores.
Por lo común, a estos componentes “secundarios” se debe el sabor, el olor y el color característico de los alimentos.