Introducción
Sigmund Freud nació en Freiberg, Moravia, en 1856 y murió en Londres, Inglaterra, en 1939, es el creador del psicoanálisis, el cual puede ser el nombre:
1. de un método para la investigación de procesos psíquicos que apenas son accesibles de otra manera;
2. de un método de tratamiento de trastornos neuróticos que se basa en esta investigación;
3. de una serie de conocimientos psicológicos obtenidos por esa vía, los cuales se integran lentamente en una nueva disciplina científica. Sus primeras obras publicadas son: La interpretación de los sueños (1900) y El Método Psicoanalítico Freudiano propuesto en 1904(Castanedo, 2008).
Freud se inspira en la fisiología física, la escuela de Helmholtz y el estructuralismo. Sus primeras etapas se desarrollan en Alemania, y después de la Segunda Guerra mundial en Estados Unidos. Las primeras asociaciones son la international Psychoanalytic Association (1910) y la División 39. Psychoanalysis, American Psychology Association (1938).
Conceptos teóricos de Freud
– Consciente-inconsciente
– Id-ego-superego
– Eros-Thanatos
– Pulsión
– Represión
– Transferencia y contratransferencia
– Las etapas psicosexuales
El Ello, el Yo y el Superyo
La realidad psicológica freudiana empieza con el mundo lleno de objetos. Entre ellos, hay uno especial: el cuerpo. El cuerpo es especial en tanto actúa para sobrevivir y reproducirse y está guiado a estos fines por sus necesidades (hambre, sed, evitación del dolor y sexo).
Una parte del cuerpo lo constituye el sistema nervioso, del que una de sus características más prevalentes es la sensibilidad que posee ante las necesidades corporales. En el nacimiento, este sistema es poco más o menos como el de cualquier animal, una “cosa”, o más bien, el Ello. El sistema nervioso como Ello, traduce las necesidades del cuerpo a fuerzas motivacionales llamadas pulsiones (en alemán “Triebe”). Freud también los llamó deseos. Esta traslación de necesidad a deseo es lo que se ha dado a conocer como proceso primario.
El Ello tiene el trabajo particular de preservar el principio de placer, el cual puede entenderse como una demanda de atender de forma inmediata las necesidades.
El Yo se apoya en la realidad a través de su consciencia, buscando objetos para satisfacer los deseos que el Ello ha creado para representar las necesidades orgánicas. Esta actividad de búsqueda de soluciones es llamada proceso secundario.
El Yo, a diferencia del Ello, funciona de acuerdo con el principio de realidad, el cual estipula que se “satisfaga una necesidad tan pronto haya un objeto disponible”. Representa la realidad y hasta cierto punto, la razón.
No obstante, aunque el Yo se las ingenia para mantener contento al Ello (y finalmente al cuerpo), se encuentra con obstáculos en el mundo externo. En ocasiones se encuentra con objetos que ayudan a conseguir las metas. Pero el Yo capta y guarda celosamente todas estas ayudas y obstáculos, especialmente aquellas gratificaciones y castigos que obtiene de los dos objetos más importantes del mundo de un niño: mamá y papá.
Hay dos aspectos del Superyo: uno es la consciencia, constituida por la internalización de los castigos y advertencias. El otro es llamado el Ideal del Yo, el cual deriva de las recompensas y modelos positivos presentados al niño. La consciencia y el Ideal del Yo comunican sus requerimientos al Yo con sentimientos como el orgullo, la vergüenza y la culpa.
Desarrollo evolutivo de Freud
Respecto al desarrollo evolutivo, Freud en su obra tres ensayos sobre la teoria sexual (Freud, 1905), plantea que existen las siguientes etapas psicosexuales:
• Etapa oral. La etapa oral es el primer momento en la evolución de la personalidad del individuo. Corresponde al primer y segundo año de vida y se caracteriza por dirigir la libido hacia la boca y buscar la satisfacción mediante la actividad de succión.
• Etapa anal. Sitúa esta segunda etapa del desarrollo de la personalidad entre dos y tres años del niño; la libido se dirige hacia el ano y la satisfacción sobreviene por la expulsión o retención delas heces.
• Etapa fálica. Para Freud, la etapa fálica es fundamental para el desarrollo del psíquismo, porque en ella se produce el complejo de Edipo. Entre los cuatro y los seis años el niño dirige el impulso erótico hacia sus genitales y consigue la satisfacción (el varón mediante el juego con su pene) y la niña con su clítoris o mediante la masturbación.
• Etapa de latencia. Para el psicoanálisis, es la etapa del desarrollo psicosexual situada entre los cinco o seis años y la pubertad. En esta fase y como consecuencia de la aparición del superyó, el niño reprime sus sentimientos edípícos e inhibe sus apetitos erótico-sexuales.
• Etapa genital. A partir de la pubertad se produce la etapa genital o segunda etapa de interés genital. En esta etapa, el niño, tras la superación del complejo de Edipo, orienta su deseo sexual fuera de la familia, hacia personas del sexo opuesto y convierte la relación genital reproductora en el objetivo del instinto sexual.