Importancia
En idiomas con una larga historia, la etimología es una disciplina relacionada con la filología y la lingüística histórica que estudia el origen de las palabras investigando su significación originaria y la forma, así como los posibles cambios sufridos a lo largo del tiempo. Además, utilizando métodos de lingüística comparativa, se puede reconstruir información de lenguas que son antiguas como para obtener alguna fuente directa como la escritura.
Por esa razón conocer la etimología greco-latina del español es la única forma de dominar realmente la lengua que hablamos.
Consideraciones previas
El conocimiento de las raíces greco-latinas nos dará sinónimos y equivalencias castellanas que nos permitirán evitar los anglicismos típicos.
¿Por qué decir test y no ‘prueba’, ‘examen’ o ‘reconocimiento’?
¿Por qué decir poster en vez de ‘cartel’?
¿Por qué hablar de rating en vez de ‘proporción’ o ‘porcentaje’?
¿Por qué decir relax o confort, en vez de ‘descanso’, ‘serenidad’, ‘comodidad’ o ‘esparcimiento’?
La verdadera cultura radica en el conocimiento de nuestra propia lengua para poder ataviar nuestra expresión con su riquísima sinonimia y desplegarla con legítimo orgullo frente al anglófilo. Por otra parte, los tecnicismos, ya sean médicos, químicos, jurídicos o humanísticos en general, pueden llegar a resultar un problema para los estudiantes y de muchos profesionistas, pero se vuelven diáfanos para quien domine la etimología.
Las declinaciones
Existen tres “accidentes gramaticales”:
Números: Son tres: el singular, y el plural
El singular designa una persona o cosa
El plural, más de dos personas o cosas.
Casos: Los casos (o formas que indican la función de las palabras en la oración) son seis:
nominativo,
genitivo,
dativo,
ablativo
acusativo y
vocativo
A diferencia del latín, el griego no tiene ablativo; éste se suple con el genitivo y el dativo, según el caso)
Los géneros: son tres:
el masculino,
el femenino y
el neutro.
El género puede conocerse en griego por la terminación, por la significación y por el artículo determinado que suele preceder el nombre griego.
Los cambios de las palabras
Las palabras tienen vida, como la tienen hombres y sus obras, como la tienen todos los seres vivientes. A ello se refería Horacio cuando escribía:
“Como las selvas cambian de hojas al caer de los años,
Y caen las primeras, así perece la vejez de las voces
Y como jóvenes brotan las recién nacidas y crecen.”
Horacio Arte Poética, vv- 60-62
El lenguaje refleja el modo de ser de quien al hablarlo o escribirlo expresa por lo mismo sus ideas, sentimientos y deseos. Los cambios de las palabras pueden ser de tres clases: fonéticos, morfológicos y semánticos.
1) Cambios fonéticos
Los cambios fonéticos de (????: sonido) son cambios de sonido: unos sonidos surgen, otros desaparecen o se transforman. Pueden afectar a los sonidos vocálicos o a los consonánticos y obedecen a ciertas leyes fonéticas de carácter universal o especial. Ejemplo:
Capio > caipo > quepo
Primariu > primairu > primero
álteru > áuteru > otro
2) Cambios morfológicos
Los cambios morfológicos (de ?????, forma) son cambios en la forma y estructura de las palabras. Un cambio fonético provoca un cambio morfológico. Concretamente reciben el nombre de figuras de dicción o metaplasmosciertas alteraciones que en su estructura experimentan aveces algunos vocablos y pueden ocurrir:
Por aumento de letras:
Al comienzo de la palabra: (prótesis): aqueste por este
En medio de la palabra (epéntesis): torozón por torzón
Al final de la palabra (paragoge): felice por feliz
Por supresión de letras:
Al principio de la palabra (aféresis): ora por ahora
En medio de la palabra: (síncopa) navidad por natividad
Al fin de la palabra: (apócope). san por santo.
Por fusión (contracción): del por de el
Por transposición o cambio de lugar de letras o sílabas (metátesis): cantinela por cantilena
3) Cambios semánticos
Los cambios semánticos (de ??????? significar, señalar) son cambios de significado. Se llama polisemia (de ????? mucho) a la multiplicidad de sentidos que una misma palabra tiene. Ejemplos de cambio semántico indican las palabras átomo (etimológicamente: lo indivisible), doctor (de docere enseñar) etc.
Las causas del cambio semántico son múltiples:
las transformaciones de los hechos o cosas,
las variaciones de los conceptos,
el influjo de los sentimientos humanos,
la analogía,
las influencias psicológicas y sociales, etc.
Los cambios semánticos pueden acompañar a los cambios fonéticos y morfológicos o se independientes de ellos. Pero en todo caso, para explicar la correcta etimología de una palabra, no basta aclarar las etapas fonéticas y morfológicas. Es indispensable, aclarar la semántica de la palabra y de todo su mundo circundante. “La lengua – decía Unamuno – es un vestido transparente del pensamiento.”
Elementos morfológicos de las palabras
1) La raíz: Es el elemento irreducible (generalmente monosilábico y común a un conjunto de palabras) que encierra el sentido fundamental del vocablo.
Se llama familia al conjunto de palabras que proceden de la misma raíz. Ejemplo: la raíz lig origina una familia de palabras, a la cual pertenecen (entre otras muchas) las siguientes:
Liga, ligar, ligazón, ligadura, ligamen, ligamento, aligación, desligar, obligación, obligar, obligado
religión, religioso, religiosidad, religiosamente
2) Morfemas o afijos: Son patículas que se agregan a la raíz. Los mofemas o afijos se dividen en:
Afijos:
a) prefijos: se anteponen a la raíz: Ej. re en recorrer
b) infijos: se intercalan ente la raíz y los sufijos: Ej. ete en corretear
c) sufijos: se posponen a la raíz. Ej. er en correr.
Desinencias, tema, terminación y radical
1) Desinencia: es la característica flexional , o sea, la letra o letras que en la flexión n ominal (declinación) indican el caso y el número, y en la flexión verbal (conjugación) expresan el número y la persona. Ej. en la palabra latina stellarum rum es la desinencia, indica el caso genitivo y el número plural.
2) Tema: es la palabra sin desinencia. Ej. stella
3) Terminación: es la partge variable de la flexión nominal o verbal. Ej: en stellarum la terminación es arum.
4) Radical:es lo que queda de la palabra, después de sup`rimir la terminación. Ej. stell en stellarum.
Formación de palabras
En una lengua surgen palabras nuevas, acudiendo a dos procedimientos:
1) Tomándolas de otra lengua. Así, por ejemplo, el latín tomó la palabra griega ????? y la adoptó transcribiéndola con la forma de spatha, que en las lenguas romances (español y portugués: espada, francés: épée, caralán: spasa, italiano: spada) prevaleció sobre la latina ensis.
2) Sacándolas de los recuros propios de dicha lengua. Puede ocurrir:
a) Por derivación: la adición de sufijos a la raíz o radical. Ej. mexicano, librería.
b) Por composición: la reunión de dos o más palabras en una sola- Ej. sobresalir, girasol.
c) Por parasíntesis: formación de derivados y compuestos a la vez, como picapedrero ( de pica+piedra+ el sufijo ero; endulzar (de en+ dulce + ar)
Los parasintéticos no deben confundirse con los derivados de compuestos. Así, antepechado es derivado de antepecho, compuesto de ante + pecho, pero ‘desalmado’ es parasintético, porque no tiene nuestra lengua los vocablos desalma ni almado.
Clasificación de las palabras por sus elementos
Pueden ser:
1) Simples: Son aquellas a cuya formación no contribuye ninguna otra voz agregada, porque constan de una sola raíz. E.: mesa, libro.
2) Primitivas: Son las palabras simples que, por salir inmediatamente de la raíz, noi proceden de otro vocablo de la misma lengua. E. mesa, libro.
3) Derivadas: Son las que proceden de otra palabra d ela misma lengua. Ej.: meseta, librería.
4) Compuestas: Son las que constan de dos o más raíces y, por tanto, están formadas con elementos de dos o m{as vocablos. Ej.: primogénito, reponer.
5) Parasintéticas: Son las que constan de un prefijo y un sufijo, pero no se derivan de un compuesto previo. Ej.: empanada.
¿Por qué las ciencias hablan griego y latín?
Objetivamente se debe a la complejidad de aprender todos los tecnicismos de uno en uno, ya que día a día se crean nuevos. Y, si se busca en un diccionario de tecnicismos, puede estar rezagado en diez o en cincuenta años ante la avalancha de los descubrimientos y sus neologismos.
Mas hay una solución y siendo la clave en el manejo del vocabulario especializado no memorizar los términos, sino en relacionarlos.
Y una clave para relacionar los vocablos consiste en asimilarlos de raíz, o sea, buscar las raíces griegas y latinas de las que se derivan casi todos los tecnicismos humanísticos y científicos, y luego analizar cómo se combinan en los vocablos para su entendimiento.
En eso insisten trabajos como mi libro La doble perspicacia etimológica (ENP), y como mi Latín en frases célebres (Porrúa), y los manuales de Etimología grecolatina de Julio Pimentel y el suscrito.